Es mi viaje de autosanación puesto a disposición de quien resuene con él, los recursos que he utilizado y desarrollado para recuperar mi salud a todos los niveles y acercarme cada día más a la Verdad y la Libertad, mis dos valores motores.
En el camino de la consciencia, llega un momento en el que sientes la necesidad de compartir los frutos que has ido recolectando a lo largo de los años. El guerrero interior triunfa sobre las tinieblas del inconsciente, afila su mente, equilibra sus emociones y dirige el barco de la existencia hacia cotas más elevadas de visión y coherencia interna, lo que se traduce en un camino de vida alineado con su ser y su propósito.
Si no sabes por donde empezar para sentirte mejor, empieza por cuidar tu cuerpo físico. La alimentación antiinflamatoria, los hábitos saludables, el contacto con la Naturaleza son herramientas enormemente eficaces para mejorar los procesos inflamatorios en el organismo e incrementar la vitalidad.
Para poder cuidarte, es necesario que te sitúes en el centro de tu vida, que antepongas tu bienestar a cualquier otra cosa. Esto no tiene nada que ver con ser egoísta. Se trata de que solo puedes dar a los demás lo que te das a ti mismo y que, para dar de ti, tienes que estar en plenitud si no quieres desgastarte y entrar en estados internos de negatividad y sufrimiento.
Para poder ser consciente de tus necesidades auténticas, es imprescindible disfrutar de tiempo para ti, en soledad, y dirigir la mirada hacia tu interior. De este modo, tomarás conciencia de tus estados físicos, emocionales y mentales internos y podrás tomar la mejor decisión en cada situación. Para lograr esto, la herramienta que te propongo es la conexión con el corazón como forma de cultivar y potenciar los estados internos de relajación y conciencia expandida, gestionar los estados mentales y emocionales cultivando el amor incondicional hacia ti mismo y los demás, como base de todo proceso de autosanación.
Al abrir el corazón, nos abrimos al desarrollo de la consciencia, tanto debido a que nos permite sanar las heridas emocionales como a que nos acerca a niveles superiores de la mente que nos proporcionan una visión más amplia de la realidad. Nos facilita la comprensión de las pruebas de la vida y la superación del sufrimiento a través del auténtico perdón, liberándonos de las cargas del inconsciente.
Cuando abrimos el corazón y nos dejamos invadir por el amor incondicional hacia todo lo que existe, nos abrimos a confiar en la vida, a aceptar todo lo que nos toca experimentar y extraer un aprendizaje de ello. Nos lleva a ser responsables de nuestra vida y a tener la convicción de que todo es perfecto en ella, puesto que sentimos una fuerza interna que nos guía y nos sentimos sostenidos por todo lo que nos rodea. De esta manera, caminamos nuestro propio camino guiados por nuestro Ser verdadero y vivimos una vida con sentido que contribuirá a crear un mundo más equilibrado, sano y feliz.
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